Orfandad, Libídine y el Niño Uuraniano que Aprendió a Escribir es una obra autobiográfica escrita en prosa lírica que relata las conversaciones y cartas del niño que vive una adultez temprana y forzada. Juzgado eclesiásticamente por experimentar la sexualidad y divorciado de sus padres, observarán cómo protagoniza la historia de un mundo donde las responsabilidades y las capacidades adquiridas por la cronología ya no son una opción. Es expuesto prematuramente a la entropía sexual y a los enamoramientos varoniles, a la frustración de las utópicas normas aprendidas en la crianza y al no intencionado intercambio de roles entre padres e hijos. Se representa al niño como un adulto encerrado en las limitadas leyes contra su juventud; una carrera de sobrevivencia inducida hacia la madurez.